Al Departamento Médico del Seguro Social de Cali, Colombia, llegó un paciente con una fístula en piel en la región submentoniana izquierda que iba a ser tratada quirúrgicamente por los médicos. Uno de los cirujanos resolvió enviar al paciente a interconsulta en odontología y como tal llegó a mi consultorio donde procedí al estudio radiográfico de la región dental correspondiente, habiendo encontrado que el tercer molar inferior, muy distante del lugar de la fístula, tenía una caries profunda y en la radiografía se observa la radiolucidez de un trayecto fistuloso en el tejido óseo (Fig. 309). En consecuencia resolví tratar endodónticamente el caso. Se tomó fotografía en color del lugar de la fístula cutánea y le hice un relleno endodóntico inmediato que sobreobturé intencionalmente tratando de que la PASTA F.S. alcanzara a salir por la fístula en piel, lo que no se logró, según se aprecia en la radiografía de la Fig. 310 en la que si puede verse cómo la PASTA F.S. extruída llegó a varios lugares del conducto dentario inferior. La radiografía de la Fig. 311 tomada tres años después, muestra la gran fagocitación de la PASTA F.S. quedando aún restos sin importancia. La fotografía de la Fig. 312 señala la fístula cutánea cerca al mentón siendo así que el foco séptico era el último molar y la Fig. 313 corresponde a la fotografía tomada dos meses después.

JOHN INCLE 125 publica la radiografía de un famoso caso que tuvo bastante trascendencia en los Estados Unidos cuando un relleno endodóntico de un molar inferior fue sobreobturado con N2 parte del material –una cantidad muy pequeña—llegó hasta el conducto dentario inferior ocasionando la parestesia permanente del labio, lo que le representó al paciente una indemnización muy cuantiosa (Fig. 314).